Lori Meyers o el regreso del pasado

A veces descubres un grupo por casualidad, porque pasabas por allí y ellos estaban tocando, y entonces recuerdas que les habías oído nombrar, y lamentas no haberte detenido antes en sus letras, en su música, en su forma de ver la vida, pero ya se sabe que en esto de la música nunca es demasiado tarde.



Lori Meyers es una vuelta al pasado del pop nacional más añejo, a los 60 y los primeros 70, a Fórmula V o Los brincos, pero pasados por generaciones de descubrimientos e interacciones entre el pop y el rock. Ritmos pegadizos, letras de gomaespuma con corazón de acero forjado y un directo verdaderamente potente, convierten a estos granadinos (de Loja, más concretamente) en uno de los máximos exponentes de la generación pop del futuro.
Dos discos, Viaje de estudios y Hostal Pimodán, son más que suficientes para tenerlos en cuenta. Y si no agotan sus fuentes, si son capaces de moverse en los mismos esquemas de originalidad creativa, no queda más que esperar con impaciencia su siguiente trabajo.